“Era parte del fuego y él era parte de ella. Así se había sentido toda su vida: no como el fuego que quema, que destruye, sino como el que brinda luz y calor, el que otorga vida”.
— Incandescente, página 224.
“Escribir Incandescente fue algo de años. Esta fue la primera historia que jamás creé, la primera que me hizo enamorarme de la escritura y de la infinidad de mundos que podía crear con mi imaginación, y plasmarlos en un libro. Tenía unos 11 años cuando vi claramente a Lianne y a la familia Raven en mi cabeza. Vi a Jason, a Maya y Amanda, a Mía y los problemas de la familia Davenport, a Xander y su odio corrupto hacia todo lo que representa la magia del fénix. No fue hasta el 2017 que retomé y terminé este proyecto, pero le faltaba mucho, porque cuando puse ese punto final, me di cuenta de que no era el libro que yo había querido escribir cuando era pequeña. Sentí que había decepcionado no solo a esa yo niña, sino también a estos personajes.
Así que lo reescribí. Y lo escribí de nuevo. Y cambié fechas y años, y como buena humanista que soy, hice mal los números, y tuve que reescribir de nuevo. Y valió 100% la pena, porque el libro que es hoy es el que quise escribir de niña. Esa Anto estaría feliz con el resultado”.
— Palabras de la autora.
Pequeñas chispas de desprendieron de la chimenea y saltaron hacia ella para danzar con alegría sobre la alfombra […] En el aire la pequeña llama tomaba forma. Al principio sólo se estiró un poco… hasta que lo vio. Era la forma de un ave, la forma de un fénix.
— Incandescente, página 307.
Cautiva con su pluma de inicio a final, con una historia hermosa de segundas oportunidades, lealtad, romance, venganza y duelo, tratando con sumo cuidado cada proceso personal de los personajes, y entrando en la psiquis de cada uno, hasta sentirlos cercanos. Tremenda historia, vamos por el segundo libro!!!
